A vueltas con el tema del Marketing relacional, las emociones y las moléculas de la creación del valor. Los pilares del intercambio del valor deben de estar bien cimentados sobre dos aspectos:
- IDENTIDAD
- IMAGEN
- La IDENTIDAD de marca es aquello que ASPIRA a ser una empresa, la personalidad que transmite, las decisiones que toma y los mensajes que envía.
- La IMAGEN de marca es cómo PERCIBEN realmente los consumidores esa marca.
Cambia «empresa» por «tu empresa».
Piensa en como quieres definir «tu empresa» y los conceptos se amplían a campos de aplicación más delicados, próximos y sensibles…
La comparación entre ambas dimensiones, identidad e imagen, se produce de forma continua y es su resultado el que trae como consecuencia un determinado nivel de equilibrio, de «satisfacción» por parte del entorno al que nos dirigimos.
Definir una identidad no debe de implicar forzar, impostar, arrogarse valores que no sean propios, Definir una identidad es CONOCERSE. SABERSE. BUSCARSE.
Definir una identidad implica EXPLORAR aquello que de verdad te hace único…y aquello de lo que carece(s)..siempre en relación a tu MERCADO, tus «COMPETIDORES» (con y sin comillas) y tu ENTORNO.
La utilización de la ecuación de valor y la SINCERIDAD es fundamental para que el resultado sea aprovechable.
La definición del mercado de referencia y la utilización de variables de segmentación, sociodemográficas, de comportamiento, por perfiles o por ventajas buscadas , establecen aquellos que juzgarán esa identidad para determinar una imagen. Imagen que necesitarás hacer presente, homogenea y comunicable en cada «momento de la verdad» en la que establezcas un intercambio de valor.
La primera en la frente cuando los naipes se caen al primer soplido, querer ser lo que no se es o no se percibe como que se es. Error o acierto individual, familiar, grupal, social, empresarial.
Justo o injusto como las cadenas tróficas o el tic-tac de un reloj.