El lenguaje de la metáfora

Albert Cunillera Martínez | QNI Genoma Comercial

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El cerebro está programado para desaprender. Toneladas de datos, miles de informaciones y gramos de motivos por los cuales prestar interés. La economía de la atención donde la divisa principal es la respuesta en forma de chispita entre neuronas.

Atendemos a lo que nos motiva.Motivar: de mover hacia un punto desde otro.

Preferimos que alguien nos haga una primera digestión de los conceptos, simplificándolos y utilizando esquemas que ya tengamos conocidos en nuestra mente. Utilizar caminos ya caminados. Rutas-autopistas-en nuestro cerebro donde hayamos conducido antes. Utilizando el transporte público, las arcaicas y repetidas construcciones mentales que se repiten desde que viviamos lejos del suelo (en las copas de los árboles): Las metáforas.

Una metáfora utiliza el recipiente cambiando el líquido. Se reutiliza. Se cambia para reciclarse en otro concepto. «Es cómo» permite aprovechar lo que conocemos en un plano para explicar otro.

En términos comerciales vivimos en una submetáfora continua, derivada de una mayor que se enuncia de forma tenue. Si empatizamos con nuestro interlocutor, podremos sospechar el rango de paralelismos/metáforas que agradecerá utilicemos cuando empecemos a comunicar. Observación: Capturar mentalmente los objetos y elementos de su entorno para fabricar UNA metáfora con esos elementos…»ES COMO»…

ES COMO «copiar y pegar valores» de «pegado especial» de windows, pudiendo trasponer si se pone a tiro para agregar formato condicional si el rango de atención es mayor o igual al que permite escuchar: «ajà» y comprobar como la vista sigue a la mano que dibuja el concepto traducido en el aire.